Fuente: Diario Financiero

Marcelo Díaz Bowen tiene ocho emprendimientos a su haber, algunos fracasos, y otros más exitosos. Hoy parece haber encontrado su norte apoyando a otros emprendedores, como socio desde hace un par de años de Scale Capital, -ex Inversur Capital fundada en 2012 por Oliver Flögel y Nils Galdo, un fondo de inversiones orientado a apoyar a startups tecnológicas de alto impacto-, y participando activamente del fondo de inversiones de origen palestino Ibtikar donde tiene un porcentaje minoritario.

Por estos días sus energías están enfocadas en Ibtikar, una idea que comenzó a masticar hace un tiempo y que se materializó en Ramala, tras reunirse con Hashim Shawa, presidente del Banco de Palestina, quien también tenía una idea similar. Con las energías de Díaz y los contactos de Shawa en el Golfo Pérsico y Palestina, en 2013 lograron levantar US$ 10 millones para apoyar emprendimientos tecnológicos de alto impacto, cuyo requisito excluyente es que innoven en Medio Oriente y generen puestos de trabajo en Palestina.

“Obviamente, la idea es tener un fondo que sea rentable en el tiempo, pero la principal misión social es generar trabajo. Palestina tiene 42.000 jóvenes sin trabajo, es el 50% de la masa laboral y son ingenieros de sistemas, en tecnologías de la información”, afirma el empresario.

Díaz es integrante del Comité de Inversiones del Fondo Ibtikar, junto a cinco personas, incluido Hashim Shawa, del Banco de Palestina, por lo que pasa en tierras árabes al menos cuatro meses al año para seleccionar a los emprendedores.

Próximos pasos

Hoy, el fondo cuenta con un portafolio de 14 empresas tecnológicas, superando las expectativas iniciales.Principalmente, se trata de emprendedores palestinos de otros países y de jordanos. Y en la lista de inversionistas figuran, además del Banco de Palestina que tiene el 10% de la propiedad y de empresarios árabes, tres chilenos además de Díaz: Naím Jadue, de origen palestino y consultor en K2 Advisors, Anneas Hammed, palestino avecindado en Chile y Jorge Daccarett, quien se hará cargo de la oficina de representación del Banco de Palestina en nuestro país y cuya autorización está en trámite en la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).

Díaz señala que al tener un componente inclusivo, el fondo no busca quedarse con el control de ninguno de los emprendimientos que apoya. Por esta razón, explica, se quedan con una participación que oscila entre el 15% y 35% de la propiedad una vez que se genera el aumento de capital, en todo caso, advierte, que aún es temprano para ver dividendos, y que no espera retornos a su inversión hasta 2022.

La meta del fondo es invertir US$ 3 millones a 2018 en apoyo a emprendedores tecnológicos de alto impacto y generar al menos 250 puestos de trabajo en ciudades palestinas.

“Los emprendedores que se instalen en zonas de Palestina tendrán acceso a un mercado potencial de 350 millones de personas en Medio Oriente, de las cuales al menos 120 millones tienen poder adquisitivo, pues existe una gran demanda por plataformas de información tecnológicas, como es el caso de Mashvisor, que otorga contenidos relevantes a inversionistas inmobiliarios de Estados Unidos“, indica el ex gerente de IncubaUC.

Detalla, por ejemplo, que le interesan, principalmente, Fintech y B2B (Business to Business), es decir, soluciones para empresas que se puedan implementar en el Medio Oriente.

Si bien no descarta realizar a futuro convocatorias en Chile, indica que como representante del Comité de Inversiones de Ibtikar, está abierto a recibir propuestas. Más aún, afirma que la invitación está abierta y que las operaciones se facilitarán una vez que comience a operar la oficina del Banco de Palestina en Chile.

¿Qué buscan? Emprendimientos con calidad en el nivel de innovación, conocimiento del mercado, potencial de crecimiento, solución versus el problema, cómo tienen desarrollado su gobierno corporativo y sobre todo, ganas de instalarse en Palestina y generar puestos de trabajo, comenta Díaz.

El inversionista ya ha estado buscando candidatos en el ecosistema local y confiesa que ya tiene unos cinco emprendimientos tecnológicos en la mira, sin entregar más detalles.

Pero también tiene como meta lograr convocar a más chileno-palestinos a invertir en Ibtikar, algo que no es descabellado si se considera que el país tiene la comunidad de palestinos más grande fuera de Israel, aún así, revela que no es una tarea fácil.

MASHVISOR, EL CASO DE ÉXITO DE IBTIKAR

Uno de los logros que tiene orgulloso a Marcelo Díaz es Mashvisor, emprendimiento apoyado por Ibtikar, que entró a 500 Startups, una de las incubadoras más prestigiosas de EEUU y que gracias al explosivo incremento de sus ventas, fue portada de la Revista Forbes Medio Oriente en marzo. «Es el primer palestino que es apoyado por una aceleradora estadounidense tan conocida como 500 Startups; logró aumentar sus ventas en 600% en un año; levantó capital desde Palestina, pero ahora levanta recursos con fondos americanos y sale en Forbes», resalta Díaz.