Fuente: www.expansion.com/
Las empresas tecnológicas de servicios financieros, también conocidas como fintech, reclaman al Banco de España y la CNMV una regulación propia para el sector. Una petición que aparece recogida en un libro blanco que presentó ayer la Asociación Española de Fintech (Aefi) y en el que se incluyen otras propuestas, como la reducción de los requisitos de entrada al mercado de estas empresas y la creación de sandbox (regulaciones experimentales que permiten testar cómo funciona un producto antes de obtener la licencia definitiva). Un modelo que ya funciona en Reino Unido y en el que se mira el sector.
En 2016 había 200 empresas ‘fintech’ en España y se espera que alcancen las 400 este año
En declaraciones a este diario, el presidente de Aefi, Jesús Pérez, ha asegurado que «buscamos encajar en la actual regulación y con los supervisores actuales y valoramos de forma positiva el cambio de tono de la Administración». «Ahora sí hay intención de escucharnos», ha añadido.
No obstante, desde el sector, que aglutina a más de 200 empresas en España y que prevé alcanzar las 400 este ejercicio, aseguran que el rígido marco normativo actual está lastrando su actividad y exponen, por ejemplo, los retrasos en las autorizaciones que la CNMV concede a las empresas de crowdlending y crowdfunding. Inciden, además, en la importancia que tiene disponer de un «marco regulatorio atractivo para el capital extranjero» en un momento en que España está tratando de atraer empresas de Reino Unido por el Brexit.
COLABORACIÓN
«El objetivo es que las reglas del juego beneficien a todos, a los players tradicionales y a los nuevos, pero para eso hace falta una mayor colaboración de los supervisores», ha recalcado Enrique Fernández Albarracín, socio responsable de Regulación en la consultora EY, que se ha encargado de la elaboración del documento.
Por su parte, la secretaria general del Tesoro y Política Financiera, Emma Navarro, se ha mostrado convencida «de la necesidad de estar a la vanguardia en este campo» y se ha comprometido a «estudiar y detectar las áreas en las que se necesitan tomar medidas».
Desde la asociación esperan que este año la inversión en start up fintech alcance los 250 millones de euros, crecimiento similar al registrado en 2016. Actualmente en España trabajan en esta industria alrededor de 2.500 personas, frente a las más de 60.000 de Reino Unido o las 5.000 de Alemania.