Fuente: Diario Pulso

Millones de dólares en tecnología invierten anualmente los bancos en el país. Con más de cuatro millones de cuentas corrientes, US$800 millones de transacciones con tarjetas y unas 154 millones de transferencias, los clientes de la industria se han movido durante los últimos años desde la sucursal hacia los canales virtuales, generando en la banca una serie de desafíos en materia de atención a clientes.

En este escenario, las firmas tecnológicas (Fintech, su sigla en inglés) enfocadas en la industria financiera, han tomado protagonismo, aunque existe una serie de temas por resolver.

Desde Let’s Talk, un chat center que permite a las empresas reemplazar el uso de correos electrónicos y llamadas telefónicas como canal de comunicación con sus clientes, reconocen que en Chile la industria bancaria ha innovado. Sin embargo, advierten que los mismos ejecutivos «se enfrentan a sistemas burocráticos». Así, apuntan que hay bancos crean áreas de innovación con ejecutivos que no entienden de estos temas o que no cuentan con apoyo humano y dinero suficiente para ejecutar los proyectos. «No sirve que el gerente general declare su amor por la innovación si no pone la billetera donde pone el discurso», comentan.

En tanto, desde Khipu, solución de pagos electrónicos basada en la simplificación de transferencias, sostienen que «por un lado hay una tendencia a `commoditizar los servicios financieros–, es decir, las empresas buscan tasas bajas y otros atributos, sin lealtad por las marcas de los proveedores. En respuesta a esta tendencia, los bancos buscan aumentar el alcance de sus servicios para fidelizar a sus clientes. Pero, la velocidad a la que logran extender su oferta de servicios no se compara con la velocidad a la que empresas nuevas llegan en la creación de valor, agregan desde la empresa.

En TOC, firma chilena especializada en biometría, dicen que en el sector financiero la regulación «no promueve mucho la innovación. Me parece que la necesidad de cambios e innovación ha sido empujada más por la exigencia de los clientes que por un cambio relevante en la normativa. Asimismo, los mecanismos de apoyo financiero como Ley I+D y otros, no se adaptan a esta innovación Fintech, ya que los plazos son inadecuados. Esperar ocho meses para obtener una aprobación de Corfo no ayuda en nada a la generación y desarrollo de innovación», advierten.

Paulo Paulek, presidente de Paytech Holding (especializados en tecnología de medios de pago y mobile payment), señala que si bien las actuales condiciones normativas facilitan la creación y desarrollo de negocios relacionados al sector, el tema se complica en el área de pagos, pues la legislación actual contempla solo el uso de las redes de débito y crédito existentes. «Si una solución Fintech está pensada para funcionar en al menos una de estas dos redes de adquirencia entonces no hay problema, pero, ¿qué pasa con todas aquellas innovaciones pensadas, por ejemplo, para las tarjetas de prepago?».

Pero no todo es negro. Desde Ceptinel, enfocada en desarrollar alertas sobre el comportamiento de clientes e incluso detección de lavado de dinero, señalan que «desde 2014 la inversión en Fintech se ha triplicado a nivel mundial yen ese movimiento Chile no se ha quedado atrás». A la vez, apuntan que existen vados fondos de inversión estatales, y «los inversionistas de la industria fintech por lo demás, saben que pueden tener retornos de tres y diez veces».