Hoy, los bancos están trabajando de la mano con estas empresas en soluciones que aportan valor al cliente final. El reto es generar una cultura de colaboración, capacitando a los empleados respecto de estas nuevas tendencias.  

Chile es un país altamente bancarizado, con servicios financieros de nivel mundial. De esta manera, la banca nacional dispone de productos y estándares comparables con los países desarrollados, lo que queda demostrado a través del alto nivel de profesionales del sector. Incluso, hoy muchos de ellos están trabajando en otros países de la región.

Sin embargo, esta ventaja está siendo alertada por nuevos actores, como las empresas del retail, cajas de compensación y empresas de tecnología, que están obligando a la banca local a cambiar sus modelos de desarrollo de productos, servicios digitales y alianzas.

Así lo señala Ramón Heredia, director de Ecosistema de Innovación Fintech y director ejecutivo de Digital Bank Latam, quien explica que las llamadas fintech, están poco a poco amenazando la posición dominante que tiene la banca en este sector. Chile tiene una ventaja importante en la región, no obstante, dice el ejecutivo que no hay que fiarse de ello. «Por ejemplo, Perú lanzó hace un par de meses el proyecto Pagos Digitales Peruanos, un esfuerzo entre bancos e instituciones financieras, las empresas de telecomunicaciones y el Gobierno. Tiene como objetivo eliminar el dinero físico en las transacciones de los peruanos y reemplazarlo por aquellas financieras electrónicas. Esta nueva plataforma, permitirá la aparición y el desarrollo de nuevos tipos de servicios y la incorporación al mercado de startups y proveedores que no necesariamente son bancos», explica el experto.

Sostiene que leyes como la peruana aún no se están discutiendo en Chile, lo que nos pone en riesgo de quedar rezagados con respecto a la región. «Existe la ley de prepago en nuestro país que abre la posibilidad a la entrada de nuevos actores, pero su tramitación está tardando mucho», asegura Ramón Heredia.

Aportar valor

En un principio, la banca tradicional veía a las fintech como una amenaza, pero hoy están trabajando de la mano en varias soluciones que aportan valor al cliente final. Dice el profesional que ya hay casos importantes de cooperación entre las fintech y los bancos, no sólo en Chile, sino que en el resto de Latinoamérica. «De esta manera, las fintech son un aporte ya que tienen una estructura mucho más liviana y una conexión directa con el cliente final, entienden su comportamiento en las nuevas plataformas digitales y son un espacio continuo de aprendizaje de las nuevas tecnologías», subraya.

Añade que este tipo de empresas tienen otro tipo de cultura, un ADN que internaliza metodologías como lean startup, desarrollo ágil, economía colaborativa y Canvas, entre otros conceptos. «Este conocimiento y el cambio de paradigma les permiten desarrollar soluciones en mucho menor tiempo, medir el comportamiento de los usuarios finales y corregir el rumbo cuando algo no anda bien», comenta Heredia.

Asimismo, explica que StartupChile, Wayra, Incuba UC y Socialab -por nombrar a algunas- han sido un importante semillero de este tipo de empresas. Dice que hace tres años eran pocas las firmas que se atrevían a incursionar en servicios financieros, sin embargo, el número ha crecido en forma importante en los últimos años. Por lo tanto, los desafíos, dice Ramón Heredia, son principalmente culturales. Señala que los bancos deben cambiar su cultura de desarrollo y abrirse a una cultura de colaboración con este tipo de empresas. Para esto es clave capacitar a los actuales y futuros empleados bancarios, con estas nuevas tendencias y formas de trabajar. «El cambio de paradigma es clave para poder responder de buena forma a estos nuevos desafíos. La tecnología y los avances tecnológicos no piden permiso, las personas tampoco, las regulaciones y el cambio cultural debe ser enfrentado hoy mismo».

Fuente: El Mercurio