Fuente: cincodias.com/
Las nuevas firmas financieras basadas en soluciones tecnológicas, las llamadas fintech, se han revelado como un poderoso competidor para la banca tradicional atacando su negocio más rentable. Pero también como un importante socio potencial con el desarrollo de servicios para las propias entidades, como el que proporcionan las regtech, centradas en facilitar al sector financiero el cumplimiento del reciente tsunami regulatorio.
Sin embargo, en el nuevo pulso que ha desatado la llegada de las nuevas firmas financieras basadas en soluciones tecnológicas, las llamadas fintech, también hay espacio para dar el apretón de manos. Las regtech, un subsegmento de estas nuevas compañías centrado en ayudar a la banca a digerir y aplicar la nueva carga regulatoria, suponen una creciente ayuda para las entidades financieras.
“Hay que tener en cuenta que el cumplimiento regulatorio es una de las principales cargas en tiempo y coste para las entidades financieras. Esto se ha visto agravado a raíz de la crisis financiera, que ha provocado un importante incremento de los requerimientos de información por parte de las autoridades”, explica Javier Sebastián, digital regulation manager en BBVA Research, desde el blog de la entidad. “Desde este punto de vista, las soluciones regtech ofrecen como principal beneficio para los bancos una potencial reducción significativa de costes y esfuerzos, a la vez que permiten suministrar información más precisa a los organismos supervisores”, agrega Sebastián, que subraya la agilidad ante los cambios regulatorios que proporcionan estas firmas “diseñadas para adaptarse dinámicamente a nuevos requerimientos de forma prácticamente inmediata”.
“Dentro de este terreno de juego, las regtech desempeñarán un papel considerable”, avanza Juan Rufat, socio de banca en la consultora internacional Axis Corporate y uno de los autores de un reciente estudio sobre la colaboración entre bancos y compañías fintech elaborado junto a la asociación financiera europea EFMA. Las regtech, expone Rufat en el informe, “aportarán innovación y nuevas soluciones a los problemas ya existentes, pero también mejorarán la eficiencia en el corto plazo con la adaptación de la normativa obligatoria para todas las entidades financieras aprovechando sinergias, así como siendo protagonistas en los modelos de relación colaborativos futuros dentro del sector financiero en los ámbitos regulatorio y normativo”.
Desde BBVA subrayan que las regtech no solo suponen una ayuda para los bancos tradicionales, sino también un apoyo directo a la labor de los reguladores y supervisores al aportar una “información muy granular y precisa, idealmente casi en tiempo real, lo que facilitaría el control del riesgo sistémico”, de una parte, y una garantía adicional para los clientes de las entidades financieras.
Y su uso, revela Sebastián, ya es una realidad para muchas entidades y parece el camino para muchas otras, que ya venían trabajando con modelos tecnológicos internos para hacer frente a la carga regulatoria. “Es muy probable que al final todos los bancos utilicen soluciones regtech, no solo porque el ecosistema está creciendo muy rápido, sino también porque las grandes instituciones en este terreno también están adoptando las tecnologías que utilizan las regtech”, sostiene.
De momento, apunta Rufat sobre estas nuevas compañías, “donde más se han desarrollado es en Reino Unido”. “Las han impulsado equipos que vienen de consultoras o de la propia banca; su objetivo es ofrecer servicios mediante buscadores y agregadores, o actuando sobre partes específicas de la regulación que requieren un conocimiento concreto. Se apoyan en la tecnología para la divulgación de estas normas en la entidad y su implantación”, detalla.
Compañías dinámicas para una legislación cambiante
En los últimos años hemos visto cómo los diferentes órganos supervisores han ido aumentando las exigencias regulatorias sobre los bancos. Esas demandas han concentrado una gran parte de los esfuerzos del sector, que debían implantar o adaptar internamente las nuevas normativas”, expone Juan Rufat, socio de banca de la consultora internacional Axis Corporate. “Tras el tsunami regulatorio de los últimos años los bancos ya conocen el calendario de nuevas adaptaciones regulatorias hasta 2019, cuando tendrán que adaptar sus plataformas a los próximos hitos, vinculados a la implementación de Mifid II, IFRS (IASB), Fatca o AMLD IV”, ilustra Rufat sobre el volumen de la carga regulatoria que asume el sector. Una tarea, detalla además, que cada entidad ha afrontado a su manera de forma individual. Ahora, las regtech se ofrecen como servicios externos que ayudan a sistematizar el cumplimiento de la creciente regulación. En este entorno han aparecido compañías como Onfido, centrada en la comprobación y gestión de la identidad de los clientes; Ayasdi, que se centra en modelizar los riesgos que asumen las entidades; Sybenetix, que analiza comportamientos del trading, o Suade, centrada en la regulación.
En el mundo financiero apuntan, no obstante, que están surgiendo decenas de compañías de este tipo y que está por ver quiénes terminarán liderando el sector regtech. Curiosamente, mientras estas nuevas compañías velan por el cumplimiento normativo de la banca, las entidades tradicionales han comenzado a preocuparse porque su regulación no empañe los avances en el campo que abren las nuevas firmas financieras de carácter tecnológico. Así, BBVA ha intercedido ante los reguladores europeos para solicitar que las fintech no se vean sometidas a las limitaciones salariales impuestas al sector financiero tradicional, liberalizando el pago de sueldo variable para atraer talento sin cortapisas económicas.