Fuente: www.lavanguardia.com/
Medio centenar de candidaturas provenientes del Reino Unido, Colombia, Lituania y ocho provincias españolas. Este fue el resultado de la convocatoria, cerrada a finales de julio, de la primera incubadora y aceleradora del sector de las finanzas tecnológicas de España. Las especialidades de las aspirantes estaban relacionadas, sobre todo, con el pago a través de teléfono móvil, los robots, los agregadores y la gestión de riesgo.
Si hasta hace nada la banca española operaba en un sector con una competencia muy limitada y con un modelo de negocio prácticamente estancado, este escenario ha cambiado casi tras la irrupción de este tipo de empresas y startups conocidas como ‘fintech’, que en los últimos años no han parado de crecer.
Según Albert Banal-Estañol, director del Master of Science in Finance and Banking de la UPF Barcelona School of Management, el término ‘fintech’ “es un paraguas que define a un grupo de empresas que se dedican a ofrecer servicios financieros innovadores preferentemente a través de nuevos canales de distribución”. El profesor explica así diez términos clave para entrar en materia:
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Crowdfunding: Es la recaudación de fondos, aportados por un elevado número de individuos, mediante las tecnologías de la información. Así, el experto explica que existen dos grandes categorías, el crowdfunding financiero y el no financiero. En el primero, pone ejemplos como Housers, la primera plataforma de crowdfunding inmobiliario en la que los usuarios invierten desde 50 euros esperando recibir una retribución ya sea por el alquiler o por la plusvalía de la futura venta del inmueble. En el otro grupo, el no financiero, están las plataformas “de recompensa” como Verkami, y las de donación, como migranodearena y DeportistasSolidarios.
Crowdlending: En el marco del crowdfunding de préstamos se encuentra el crowdlending. El público en general puede proveer aquí de fondos a las empresas para cubrir sus necesidades de tesorería a cambio de un interés. Banal-Estañol pone como ejemplo plataformas como Arboribus, LendingClub, ECrowd, LoanBook y Zencap.
Tecnología disruptiva: El término, definido en 1995 por los profesores de la Universidad de Negocios de Harvard Joseph L. Bower y Clayton M. Christensen, sirve para definir aquellas tecnologías que suponen la desaparición de un producto o servicio en el mercado, y aquí es donde se encuentra uno de los grandes debates que abren las ‘fintech’: ¿El crowdfunding, por ejemplo, transformará el sector financiero dando lugar a nuevos modelos de negocio y a la optimización de las compañías?
Democratización de las finanzas: Se trata de un proceso por el cual los productos y servicios financieros de los que disponen las grandes empresas se adaptan a la sociedad para mejorar su calidad de vida. El experto explica que para Robert J. Shiller, Premio Nobel de Economía 2013, es como hacer llegar las ventajas de las que disfrutan los clientes de Wall Street (en España, Ibex35) a los clientes de Walmart (Mercadona). Es decir, productos de gestión de riesgos o con elevados ratios de rentabilidad/riesgo adaptados para su uso por parte de familias y pymes.
Big data: Es la gestión a alta velocidad de elevados volúmenes de datos complejos, que requiere técnicas avanzadas y tecnologías que permitan capturar, almacenar, distribuir, gestionar y analizar la información. El profesor lo explica a través de tres grandes áreas, conocidas como las 3V: “Volumen, por la gestión de un significativo número de datos; variedad, por ser variables diversas; y velocidad, porque la información se analiza y aprovecha rápidamente para una mejor toma de decisiones”.
Millennials: Es la generación nacida ente los años 80 y 2000, que representa el cambio tecnológico por ser el grupo de edad que más aporta al consumo.
Gig-Economy: Así es como las fintech se refieren a los freelance, profesionales contratados de forma puntual como consultores independientes dedicados solo a una tarea particular o por un tiempo definido. Las previsiones, según el profesor, auguran que este tipo de empleo, que no deja de crecer, ocupará gran parte del mercado laboral en las próximas décadas e implicará un “uso intensivo de las nuevas tecnologías”.
Por último, tres tipos de transacciones comerciales con interlocutores distintos: Business to Business (B2B) es una transacción entre sociedades mercantiles como, por ejemplo, entre una empresa y un distribuidor;Business to Customer (B2C) entre una sociedad mercantil y una persona física, como en el crowdfunding de préstamos; y Customer to Customer (C2C) es entre personas físicas como ocurre en las conocidas plataformas de economía colaborativa. Es decir, Airbnb y eBay son C2C.