Fuente: www.expansion.com/

Las empresas de Silicon Valley han ganado a Wall Street la batalla de la Bolsa, con grupos como Apple, Google y Microsoft haciendo sombra a gigantes financieros como JPMorgan, Goldman Sachs o Morgan Stanley. Pero la poderosa banca de Nueva York no está dispuesta a tirar la toalla en la carrera digital y ha decidido hacer frente común en una nueva era dominada por la tecnología.

Una de las herramientas clave para conquistar este mercado se centra en el desarrollo de la tecnología financiera conocida como fintech. Para ello, Accenture y Partnership Fund for New York City (una sociedad sin ánimo de lucro que persigue mantener la posición de Nueva York como centro mundial del comercio, la cultura y la innovación) lanzaron en 2010 el laboratorio fintech, un programa que une a grandes entidades financieras y firmas de inversión con emprendedores y start upque están desarrollando tecnologías para el sector financiero.

Entre las grandes entidades que participan en el programa, destacan Bank of America, American Express, AIG, Barclays, BlackRock, Citi, Morgan Stanley, JPMorgan, Goldman Sachs, Wells Fargo, Capital One, Credit Suisse y New York Life.

CÓMO SE ORGANIZA

El laboratorio de innovación fintech está abierto a todas las compañías de nueva creación que están desarrollando aplicaciones para el sector de los servicios financieros. La principal atracción para los emprendedores es el acceso a ejecutivos de primer nivel que les asesoran en el desarrollo de los productos y en las estrategias de negocio.

«El laboratorio ha creado un fuerte sector ‘fintech’ en la ciudad», destaca Maria Gotsh, CEO de Partnership Fund for New York City

Todos los años, el laboratorio hace una llamada a nuevas empresas tecnológicas de todo Estados Unidos e internacionales, particularmente centradas en áreas críticas como análisis de datos, infraestructuras tecnológicas, sistemas de pago y seguridad. Después de un proceso, ejecutivos tecnológicos de las 16 entidades financieras que participan en el programa eligen entre seis y ocho proyectos que participarán en el laboratorio. Para pasar a esta fase, las compañías tienen que contar con una versión en beta de su tecnología y demostrar a responsables de primer nivel de las entidades financieras que su iniciativa tendría un impacto significativo en sus oportunidades de crecimiento.

El laboratorio se extiende durante doce semanas, durante las cuales cada participante está apadrinado por entre dos y cuatro mentores (generalmente, ejecutivos sénior de banca y empresarios tecnológicos de éxito). Juntos, forman parte en una serie de talleres, debates, presentaciones y sesiones de grupo con potenciales usuarios. El programa culmina en Demo Day (día de demostración), donde las start up presentan sus iniciativas ante decenas de inversores, ejecutivos del sector, financieros y tecnólogos.

En el primer trimestre de 2016, la inversión del capital riesgo en tecnología ‘fintech’ en Nueva York supero a la de Silicon Valley

Es a partir de entonces cuando las compañías tienen que volar por su cuenta y demostrar sus capacidades. Tras su paso por el laboratorio, se recogen los frutos. Las 31 compañías que han participado desde 2011 han levantado casi 300 millones de capital desde que terminaron el programa y cuatro han sido adquiridas. Para los emprendedores, las ventajas están claras, pero también para las entidades financieras que participan en el proyecto y para la ciudad de Nueva York.

«El laboratorio ha creado un fuerte sector fintech en la ciudad», destaca Maria Gotsh, consejera delegada de Partnership Fund for New York City. Entre los bancos, firmas como Citi reconocen que «la tecnología fintech está cambiando la forma tradicional en la que se proveen los servicios financieros», según el responsable tecnológico del banco, Motti Finkelstein. «El ecosistema de innovación construido por grandes compañías de servicios financieros y start up fintech es invaluable y crea oportunidades para todas las partes involucradas», defiende Larry Feinsmith, de JPMorgan.

FRENTE A SILICON VALLEY

En su empeño por no dejar que California sea el único centro del universo tecnológico, Nueva York ha conseguido que, en el primer trimestre de 2016, la financiación por parte del capital riesgo para tecnología fintech haya superado por primera vez a la de Silicon Valley, con 690 millones de dólares frente a los 511 millones de dólares que atrajo la costa oeste.

En 2015, la inversión fintech en Nueva York se triplicó hasta los 2.300 millones de dólares, representando casi un 10% de este tipo de inversión en todo el mundo y una cifra que potencia la posición de la ciudad como centro fintech. «Estamos en la edad de oro de la tecnología fintech», resume Robert Gach, director general de mercado de capitales de Accenture y cofundador del laboratorio.