Fuente: La Tercera
«A Chile hace 10 años nadie lo relacionaba con innovación y hoy está dentro de los mejores países en la materia, exportando un programa estatal con gran éxito», así resume Ángeles Navarro, directora de Global Networks de Start-Up Chile, el impacto mundial que ha tenido la iniciativa local.
La historia comenzó el año 2010 cuando la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), creó un programa que buscaba potenciar el desarrollo del ecosistema del emprendimiento en el país mediante la atracción de emprendedores extranjeros. La iniciativa Start-Up Chile, a seis años de su creación, ha logrado instaurarse como un referente a nivel mundial en la materia, contagiando con su modelo a varios países.
Según datos de la iniciativa, alrededor de 50 países han replicado algunos aspectos del programa local. De ellos, Perú, Malasia, Brasil, Puerto Rico y Jamaica lo han reproducido directamente bajo el modelo Start-Up.
Exportando un modelo
‘Nuestra idea fue tener un programa que fuera lo más cercano a un software libre, la idea principal era que cualquiera que quisiera usarlo pudiera llegar y tomarlo. Muchas veces nos dijeron que estábamos generando competencia, pero para nosotros era todo lo contrario, mientras más iniciativas como Start-Up Chile existieran en el mundo mejor para el emprendimiento’, sostiene Horacio Melo, ex director del programa nacional.
Las dependencias de Start-Up Chile, cuentan desde el equipo organizador, constantemente reciben visitas de representantes de diversos países interesados en conocer el modelo chileno de fomento al emprendimiento. ‘Acá siempre recibimos delegaciones de otros países que quieren conocer cómo funciona el programa. Quizá no van a replicarlo al pie de la letra, pero sí se van a llevar ideas de cómo desarrollar un modelo similar’, explica Navarro.
Para facilitar la ‘imitación’ del modelo local, mientras Horacio Melo lideraba la iniciativa se elaboró en conjunto con la Fundación Kauffman un manual que mostraba los principales parámetros para construir una iniciativa como Start-Up Chile.
‘Esa fundación nos ayudó con el financiamiento para elaborar el manual. Un gringo estuvo tres meses con nosotros viendo en detalle cómo funcionaba Start-Up Chile, todo lo necesario para tener un programa así se plasmó en ese manual’, cuenta Horacio Melo.
El documento elaborado planteaba que fue ‘diseñado para proveer un ejemplo, un marco de trabajo y un set de las mejores prácticas para quienes apuntan a lanzar un programa de Star-Up en su país’. A la fecha, el manual ya no se implementa de forma oficial.
Perú fue una de las primeras naciones en adoptar el modelo Start-Up. Según relata el director de innovación del Ministerio de la Producción de Perú, Sergio Rodríguez ‘la idea de lanzar Startup Perú surge a finales de 2012 y se lanzó en diciembre de 2013. Para implementar el programa cuenta que conversaron ‘con miembros de Start-up Chile y de Corfo en distintos momentos de la implementación y hasta ahora. Ellos nos han provisto de información, contactos y en general hemos podido discutir ampliamente muchos aspectos de los procesos, la visión y la dinámica del programa’.
Uno de los últimos países interesados en conocer el modelo local es Eslovaquia. Con quien el equipo del programa ya ha comenzado a realizar reuniones. ‘Ellos han estado bastante interesados en la iniciativa, hemos estado en contacto a través de su embajada. En agosto, de hecho, vamos a recibir una delegación de representantes que van a venir a conocer el programa. Esperamos poder trabajar juntos’, cuenta Navarro.
EL PROGRAMA
Start-Up Chile es una iniciativa estatal de apoyo al emprendimiento creado en 2010 por Corfo. La iniciativa, busca potenciar el ecosistema local de innovación a través de la tracción de talento extranjero. Desde su creación, el modelo ha sido replicado de forma directa bajo el modelo Start-Up por Perú, Malasia, Brasil, Puerto Rico y Jamaica. Eslovaquia es uno de los últimos países interesados en el modelo.
La iniciativa local ofrece a sus participantes: un financiamiento de hasta un 90% del costo total del proyecto, con un tope de $20 millones. Además, entrega una Visa de trabajo por un año al beneficiario del programa y a un equipo de hasta tres personas (beneficiario incluido), todos ellos presentados al programa durante el proceso de postulación. Además de espacios físicos para trabajar.