Fuente: Diario La Tercera
Bajo el lema de “acercar la música y los artistas a los fans”, nació en 2015 Weeshing, un proyecto que busca empoderar a los fanáticos de la música en Chile.
Las mentes detrás de este proyecto son varias, pero los principales fundadores son Rodrigo Segal, Cristian Urrutia, Javier Hasbún y Juan Pablo Dunch, un equipo de jóvenes que decidieron incursionar de una forma diferente en la industria musical: el financiamiento de conciertos.
“Las productoras en Chile, al menos una gran parte de ellas, se financian de una manera informal, entre amigos o conocidos. El sistema es simple y claro: entre ellos se avisan qué artista viene y cuánto cuesta traerlo. Para llegar a la cifra se juntan aportes que, luego del concierto, se devuelven con cierto margen de ganancias”, explica Rodrigo Segal.
En cambio, añade, Weeshing apunta a erigirse como plataforma de financiamiento que busca convertir a los fans en inversionistas de los shows.
“Nuestra idea es ordenar un poco esta situación. Queríamos construir un sistema para hacer de esto algo más formal y ordenado, y así ofrecerles una oportunidad segura a los fans de ser inversionistas, sin tanto riesgo. En Weeshing los productores publican los eventos y condiciones para que cualquier persona pueda invertir en el show”, explica Segal.
Weeshing se ha dedicado a financiar a través de crowdfunding (financiamiento colectivo) diversos shows musicales en el país. Entre ellos, el cantante británico Morrissey y el grupo local La Ley.
“La plataforma la creamos en 2015 y ya hemos financiado 30 shows distintos. Levantando casi $ 1.000 millones”, expone Rodrigo.
Pero trabajar bajo este modelo de negocios no ha sido fácil como aparenta, añade. “Poco antes de lanzar la plataforma organizamos un evento, juntamos el financiamiento y organizamos todo. Pero tuvimos un gran problema, el evento se canceló de repente. Fue una gran estafa”, cuenta.
Ese evento le generó pérdidas a la firma y al equipo. Pero no se desmotivaron. “Ese incidente provocó que nuestro equipo de garantías y nuestro equipo de riesgo se activara y pusieran en alerta. Se generó todo un análisis para saber qué hacer para garantizar el éxito y continuidad de los shows”, explica Segal. Y agrega que “en el emprendimiento hay altos y bajos, pero no nos puede detener”.
A la fecha, Weeshing se encuentra trabajando en alianza con la plataforma de crowdfundig Broota para levantar $ 250 millones y desarrollar otros proyectos. “Con este nuevo financiamiento queremos desarrollar nuevos focos en la empresa para potenciar el modelo de negocios”, cuenta.
La idea del equipo de Weeshing es potenciar a la empresa en tres ámbitos. El primero de ellos es permitir que los fans propongan artistas, habilitando un nuevo sistema de financiamiento. También quieren construir mejores relaciones con posibles auspiciadores y, por último, está el desarrollo de un plan de expansión, en primera instancia a Perú y Estados Unidos.
“Uno de nuestros puntos principales es empoderar a los fans, que actualmente ya son muy activos. La idea es que ellos puedan proponer artistas y si la idea es bien recibida y financiada, se pueda traer el artista al país”, dice Rodrigo.
Sobre las razones que los impulsaron a incursionar en la industria musical, Segal sostiene que “la distancia entre el fan y el artista es muy amplia. Nosotros queremos reducir esa brecha. Además, esta es una industria que hace feliz a la gente y nos gusta”, finaliza.