Fuente: www.elpais.com

El 70% de los españoles utiliza productos o servicios fintech, (empresas financieras tecnológicas no bancarias), lo que supone algo más que la media de los consumidores en el mundo (63%), de acuerdo con el Informe Mundial de Banca Minorista 2016 (World Retail Banking Report, WRBR), publicado por Capgemini y Efma.

El estudio revela que el 51% de los españoles recomendaría a sus amigos y familiares su proveedor fintech, mientras que solamente un 30% recomendaría a su banco.

Aunque el 96% de los directivos de la banca tradicional coincide en que el sector evoluciona hacia un ecosistema digital, en el que las fintech desempeñan un papel mucho más importante, únicamente el 13% asegura que ha lanzado las iniciativas necesarias para competir con estos nuevos
actores.

De acuerdo con el estudio, las fintech se hacen cada día más populares entre los consumidores de todo el mundo, gracias a la percepción de que son fáciles de usar (según el 82% de los encuestados), dan un servicio con rapidez (81%) y proporcionan una experiencia positiva (80%).

Los bancos, sin embargo, parecen infravalorar las ventajas de estos servicios y solamente el 36% coincide en que las fintech ofrecen un servicio ágil, una diferencia de 45 puntos porcentuales respecto a lo que opinan los consumidores, y solo el 40% admite que proporcionan una buena experiencia, una diferencia de 40 puntos porcentuales.

Por otra parte, de acuerdo con el Índice de Experiencia del Cliente (CEI) de Capgemini, los bancos han mejorado el ratio de experiencia del cliente en más del 85% de los países analizados en el informe y la subida del índice en el mundo se sitúa en 2,9 puntos.

Solo el 35% está satisfecho con su banco

En el caso de España el índice de experiencia ha caído 8,4 puntos en comparación con el de 2015 y solamente el 35,7% de los usuarios afirma estar satisfecho con su banco, el porcentaje más bajo de los 32 países estudiados.

Esta percepción se refleja en datos como que únicamente uno de cada diez consumidores españoles se muestra interesado en adquirir otro producto de su banco, frente al 16% del resto de países.

En el mundo, el 70% de los bancos considera que la confianza que despiertan en los usuarios es su mayor fortaleza pero, aunque es cierto que actualmente disfrutan del mayor nivel de confianza (el 94% de los consumidores en el mundo confían completamente o bastante en ellos), el 88% confía completamente o bastante en lasfintech.

No obstante, pese al rápido avance del cambio, una inquietud que reconoce el 90% de los directivos de banca entrevistados, menos de una cuarta parte cree que tienen ventaja frente a las ‘fintech’ en cuanto a agilidad o capacidad de innovación para hacer frente a esta disrupción.

«La dificultad de los bancos para innovar deja vía libre a las fintech para la captación de nuevos clientes», ha afirmado el responsable global de Banca y Servicios Financieros de Capgemini, Anirban Bose.
«Ante este escenario, los bancos tienen la oportunidad de empezar a colaborar con estas entidades, pero deben formular un plan de acción con rapidez, antes de que el nuevo entorno financiero, a tenor de la velocidad con la que evoluciona, deje atrás cualquier posibilidad de cambiar», ha añadido.

Cerca de dos tercios de los directivos de banca entrevistados consideran que es necesario entender a las fintech como aliadas, introduciendo en sus estrategias de desarrollo la fórmula de la colaboración (46%) y la inversión (44%). Menos de una quinta parte de los profesionales (18%) apunta que tienen planes para la adquisición de empresas fintech o de su tecnología.

«Esta voluntad de alianzas con las fintech muestra que los bancos no se sienten preparados para operar en un futuro que se asienta en interconexiones digitales seguras», ha explicado el secretario general de Efma,Vincent Bastid.

«Colaborando con estas empresas, los bancos pueden beneficiarse de la orientación que éstas les brinden y que necesitan en cuanto al desarrollo de productos y servicios, así como reforzar su voz en la definición de su papel central en el actual entorno bancario», ha añadido.

Según concluye el informe, los bancos deben pensar «a lo grande» en sus esfuerzos por satisfacer las nuevas demandas de los clientes en la era digital y sus prioridades deben ser la renovación de los sistemas centrales y la plena competencia en el desarrollo de software basado en modelos API3.