Fuente: www.dinero.com
Distintos actores del ecosistema de la innovación en Colombia se sumaron en redes sociales a la campaña ‘Yo Compro Startup’, con la cual se busca respaldar a los desarrolladores locales e incentivar el interés de los consumidores por sus productos.
A la campaña de apoyo al talento local se han unido organizaciones como Apps.co del MinTIC, la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), iNNpulsa, Ruta N, Endeavor, NXTP Labs, Mprende, Product Hunt Colombia, Zentrifuga, Corporación Ventures, Fundación Bolívar y Davivienda.
El objetivo de la iniciativa, liderada por la aceleradora de empresas del grupo español Telefónica Wayra, es mostrar que “existen productos y servicios de emprendedores colombianos que tienen el nivel necesario para competir e incluso superar a los de grandes empresas que no han adoptado la innovación en su oferta”.
Así lo explicó en una entrevista concedida a Dinero el director de Wayra Colombia, Carlos Castañeda, quien considera que “hay un gran desconocimiento” de la innovación que emerge en el país.
“Hay gente y empresas que compran productos extranjeros sin saber que hay emprendedores colombianos que tienen productos del mismo nivel, que resuelven las mismas necesidades y muchas veces a mejores precios”, argumentó el directivo.
Y añadió que también existe el caso de personas que le compran a los desarrolladores locales pero no saben que lo están haciendo. “Con seguridad hay muchos que tienen en su celular aplicaciones como Tappsi o Domicilios.com sin saber que son startups creadas por colombianos”, lamentó.
Este es un fenómeno que no solo afecta al ecosistema del emprendimiento criollo sino a toda América Latina, tal y como lo demuestra un reciente informe del experto en telecomunicaciones Raul Katz.
En dicha investigación se afirma que “de los diez sitios (en internet) más importantes de América Latina en términos de tráfico, seis han sido originalmente desarrollados afuera de la región”.
“De este modo, se puede concluir que, a pesar de haber alcanzado altos índices de consumo de productos y servicios digitales, la población latinoamericana tiende, con ciertas excepciones, a acceder a una alta proporción de plataformas desarrolladas originalmente afuera de la región”, detalla el informe.
Carlos Castañeda analiza que parte de este fenómeno se da porque las empresas y startups que arriban al país surgieron en ecosistemas de innovación muy sólidos y reconocidos como Silicon Valley (California), lo cual les permite generar confianza desde el comienzo.
A diferencia de las iniciativas de negocio que se adelantan en Colombia, en donde el ecosistema es “mucho más joven y se mueve a un ritmo más lento”, argumentó Castañeda que la gente no se atreve a probar los productos locales porque simplemente “no confía en ellos”.
A este tema también se refirió la directora de Proyectos de Emprendimiento en Connect Bogotá, Tatiana León, al señalar que “culturalmente, la gran mayoría de los colombianos tenemos la percepción de que los productos de afuera son mejores”.
“Seguramente esto fue real por mucho tiempo, cuando tuvimos la apertura comercial y el país no estaba preparado para competir con productos de calidad. Sin embargo esto está cambiando”, precisó en una conversación con este medio.
Mientras que el gerente de Negocios de Innovación de Ruta N, Eduardo Quiroz, argumentó que no se trata de apoyar a los emprendedores por el simple hecho de ser colombianos, sino porque “brindan soluciones serias, competitivas, innovadoras, sólidas, sostenibles y que resuelven necesidades reales”.
En palabras del experto, “si una empresa tiene una propuesta de valor clara y la logra respaldar con un producto o servicio que entrega resultados, esto hablará por ellos y demostrará que son tan competitivos como los extranjeros”.
El directivo fue enfático al señalar que “el joven empresario local debe obsesionarse por entregar verdadero valor y diferenciación. No sólo debe esperar apoyo gubernamental, fomento o donaciones”.
“Ahora, si las políticas no ayudan, que por lo menos no compliquen la vida del joven empresario con trámites, regulaciones e impuestos que sólo deben aplicar para empresas de cierto tamaño en adelante o con ciertas capacidades o complejidades”, concluyó.