Fuente: Gloria Lema, Directora de innovación Digital Bank LATAM

La innovación siempre ha estado con nosotros; pero ha sido más o menos a partir del 2010 donde se ha convertido en un tema obligatorio en todos los sectores y mesas de trabajo, conversaciones de pasillos y foco estratégico de las empresas.  Comenzamos a vivir entre ecosistemas de innovación y nos volvimos parte de ellos, empezaron los gobiernos de diferentes países a responder realizando ajustes a sus políticas e inversiones, la educación re-enfocó sus programas y ajustó sus mallas de estudio, y las empresas iniciaron un proceso para prepararse ante ésta nueva tendencia.

 

Es en estos últimos años donde hemos comenzado a ver cambios en las estructuras de múltiples empresas, donde ya en casi todas existe una jefatura, gerencia, dirección y hasta una vicepresidencia de innovación; la innovación hace parte de muchos pilares estratégicos y se encuentra dentro de la visión de las compañías.  Todo esto responde a la identificación de la innovación como un motor que puede llegar a lograr crecimientos orgánicos e inorgánicos, y mejorar la productividad, con resultados mucho más significativos que los alcanzados a través de mejoramientos de procesos y calidad, por ejemplo.

 

Chile no se ha quedado atrás en el tema de innovación. Cuenta con una de las mejores maestrías de innovación del mundo*, con metodologías pedagógicas de innovación reconocidas internacionalmente**, programas de pre-aceleración y aceleración donde postulan miles de emprendimientos de todas partes del mundo***, y una institución gubernamental que marca tendencias y es ejemplo para la región por sus programas para potencializar la innovación****. Todos estos esfuerzos se han visto reflejados en su posicionamiento mundial, donde el país se ha mantenido posicionado dentro del top 50 del mundo de acuerdo a los resultados del Informe de Competitividad del World Economic Forum*****.

 

WEF a su vez ha reconocido a Chile como el país con la tasa más alta a nivel mundial de innovación en fases tempranas de emprendimiento.  Este reconocimiento lo realiza teniendo en cuenta la alta actividad de emprendimientos en fase temprana, su alto porcentaje de innovación y su ambición de crecimiento.  A su vez la WEF reconoce que este logro está apalancado en las iniciativas como Startup Chile y Corfo.

 

Avanzar en el tema de la innovación no es algo que se dé de un día para otro, ya que la innovación va atada a la cultura, y esta no es tan fácil de modificar cómo tomar un curso de Design Thinking y salir a aplicar la metodología; la cultura chilena y sus principales características están casi que tatuados en todos sus habitantes, porque hasta los extranjeros que llegamos nos acogemos a ellas; y los avances son difíciles de alcanzar.

 

¿A qué me refiero? Algo que he logrado identificar (sujeto a la percepción), que puede ser un ejemplo claro, es que Chile es un país sin fallas.  Al parecer nunca hay fracasos, y si los hay, nunca hay culpables. El fracaso, la aceptación de este, el aprendizaje hacen parte de la innovación; no sólo el éxito.  Es curioso, del éxito se aprende menos que del fracaso.  Es claro que no se trata de buscar el fracaso, pero sí de reconocerlo y de hacerlo pronto.

 

Así Chile se ha mantenido en un posicionamiento mundial entre el puesto 43 y 50 en los últimos 5 años, pero la tendencia es a perder terreno en este frente. Durante el 2013 Chile se posicionó en su mejor resultado llegando a estar en el puesto 43 a nivel mundial; en los últimos resultados entregados por el WEF, para 2015 el país está en la posición 50.

 

Llegar al fondo de que ha hecho que Chile pierda lentamente su posicionamiento mundial en Innovación es complejo; sin embargo hay dos cambios muy marcados dentro de los resultados presentados en el estudio de WEF.  El primer cambio drástico, porque realmente es muy notorio, es la disminución del “Gasto empresarial en innovación y desarrollo” que se ha dado en Chile, donde en el 2013 se ubicó en el puesto 58 y en el 2015 llegó al 92.  Y si el gasto ha disminuido, tiene sentido ver que la “Capacidad de innovación de las empresas nacionales” también lo hizo, donde en el 2013 se estaba en la posición 63, hoy Chile se encuentra en la posición 85.

 

A su vez se perdieron posiciones por la percepción que se tiene de la variable “Decisiones de compra del gobierno fomentan la innovación”, donde se pasó de una posición 49 durante el 2014 al puesto 89 en el 2015.

 

La innovación para un país es la suma de un todo, y por eso siempre se evalúa su ecosistema completo: empresa, educación y gobierno.  En los últimos resultados del informe de competitividad del WEF, la educación en Chile es quien lleva la delantera.  Es quien está presente en dos de las variables que mejores puestos tienen, aportando a mantener un buen posicionamiento en el resultado final de la evaluación de la innovación.  Son la “Calidad de las instituciones de investigación científica” y la “Colaboración universidades/industrias en la investigación y desarrollo” quienes marcan una diferencia positiva, ocupando durante el 2015 las posiciones 48 y 39 respectivamente.

 

Chile está haciendo las cosas bien, pero no siempre se trata de que tanto se está haciendo, a veces hay que enfocarse en que están haciendo otros mejor o que se ha cambiado para que no existan avances significativos y se permanezca en una posición confortable.  Hay que innovar dentro de la innovación, hay que arriesgar para ganar y aceptar perder, y especialmente hay que sumar los esfuerzos.  La educación, el gobierno y la empresa tienen que ir siempre de la mano, a un ritmo marcado, porque el paso lento de cualquiera frena a las otras y Chile se estanca en un ranking mundial.

 

Fuente:

*Master en Innovación, Universidad Adolfo Ibañez. Tercer puesto en Ranking Eduniversal.

**Primer puesto en Teaching Delivery Award, Wharton QS Reimagine Education Awards 2015. http://www.reimagine-education.com/the-winners-individual/2015/393/5ef545021edf3af93fd3136a63616abd/Universidad+Adolfo+Ibanez

***Startup Chile – http://startupchile.org/

****Corfo – http://www.corfo.cl/inicio

****WEF informe de competitividad 2015/2016.  World Economic Forum, Universidad Adolfo Ibañez