Fuente: Sebastián Angulo para Nextchanel.co
Desde la década pasada, ciudades como Medellín, Campinas, Córdoba, Arequipa o Santiago han sido comparadas con la zona de mayor emprendimiento de Estados Unidos. Ahora, su objetivo es ganar mayor presencia internacional.
Silicon Valley es ese lugar donde todo puede ser posible. O al menos eso es lo que se cree. La zona sur del área de la Bahía de San Francisco, que ha sido el ecosistema para el nacimiento de firmas como Google, Intel, Apple o Yahoo, se convirtió en el norte para los emprendedores e incluso gobiernos que buscan impulsar la innovación.
Por esta razón, economías emergentes han buscado crear sus «Silicon Valley» locales, con el fin de incursionar en la exportación de productos y servicios con valor agregado, como software, hardware o aplicaciones para tabletas o smartphones.
Así, ciudades de América Latina como Guadalajara en México, Medellín en Colombia, Arequipa en Perú, Córdoba en Argentina o Santiago (Chile) se han convertido en focos de emprendimiento en donde se han afincado startups que proponen soluciones, y por ello se las ha llegado a comparar con la mencionada zona de EE.UU.
Para Michelle Arévalo, experta en emprendimiento y quien ha trabajado para el Foro Económico Mundial, en la actualidad es «caduco tratar de replicar el modelo de Sillicon Valley en los países latinoamericanos».
Para la consultora, un ecosistema de innovación «nace y crece desde las raíces como una selva y no se lo puede replicar como un cultivo artificial, porque tiende a morir fácilmente».
Por esta razón, Arévalo considera que lo más realista para los países de la región es generar mejores condiciones para el emprendimiento y no tratar de replicar modelos que no se ajustan a sus realidades y necesidades locales.
Darío Palacio, director de Startups Academy de Medellín, cuenta que la ciudad se convirtió en un polo de emprendimiento tecnológico hace unos seis años, impulsada por alianzas público-privadas.
Uno de los hitos importanes fue la creación de Ruta N en 2009, una entidad pública que busca impulsar la innovación y el emprendimiento.
Este centro de innovación y negocios se encuentra ubicado en el norte de la ciudad, donde se concentrará el Distrito Tecnológico de Medellín. Sus oficinas están conformadas por tres edificios, uno de ellos dedicado al Centro Global de Servicios de Hewlett-Packard.
«Crear un Facebook no es tan sencillo desde acá, pero sí hay una cantidad de problemas logísticos, administrativos, contables de las empresas para los que podemos aportar una solución», sostiene Palacio.
Guadalajara también ha sido catalogada como el «Silicon Valley» mexicano. En esta urbe, firmas como Oracle, IBM o Intel tienen oficinas de desarrollo.
Desde InnoHub Guadalajara señalan que las universidades han sido pieza clave para crear ecosistemas favorables para la creación de startups tecnológicas que diseñan soluciones a problemas locales.
«Queremos dejar de ser un país que solo maquila. Ahora buscamos que el software o las aplicaciones digan ‘Creado en México’ y no solo ‘Hecho en México'», dicen en InnoHub.
El «Silicon Arequipa», como se le llama a la ciudad peruana, también busca abrirse un espacio en la industria del software regional. Elvis Supo, director de la comunidad AqpUp, conformada por estudiantes de las Universidad Católica San Pablo y la Universidad Santa María de Arequipa, comenta que gracias a la investigación académica se han ganado ese calificativo.
«Se están creando soluciones interesantes, pero todavía necesitamos mayor participación de inversión privada y gubernamental», concluye Supo.
Campinas en Brasil es también considerada como un centro de desarrollo de software, al igual que Córdoba en Argentina. Estas dos urbes se han convertido en referentes regionales a la hora de exportar soluciones informáticas.
Mientras que en 2012, Santiago fue comparada con Silicon Valley por The Economist gracias a sus programas que incentivan a las startups locales y extranjeras a crear nuevos negocios.